martes, 18 de febrero de 2014

Me siento utilizada

Hoy comprobé esta frase:

"Nunca creas en las palabras de amor de un hippie, a veces solo quiere venderte pulseras."



12 comentarios:

  1. Hola Geraldine. Efectivamente, como lo puso mi muy linda y maravillosa amiga Daria en su muro, francamente es muy cierto eso. Para ellos, uno es el objetivo a convencer y para ellos, recurren a la labia bonita y al "peace and love".

    Hippies? Los de la década del 60, que soñaban con un mundo mejor.

    Te mando un abrazo super grande.

    LUCHO

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  2. Hola Luchito. Sí pues, hace unos días un hippie del hoy en día como que me estuvo enamorando o vulgarmente hablando 'gileando' y hasta me invitó a salir pero luego cuando analicé no habíamos quedado en ningún lugar sino en esa esquina (en el piso) y como soy una malpensada de primera, imaginé que me diría que lo ayude a vender sus 'artesanías' y nunca volví jeje.

    Gracias por comentar, abrazos Lucho!

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  3. Hola de nuevo Geraldine. El viernes pasado posteé sobre el tema "Tragedy" de los Bee Gees:

    Un abrazote.

    LUCHO

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    1. Claro que lo vi! Y obviamente comenté. Y gracias a ti pude cantarla misma gringa xD

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  4. Los hippies y los gitanos tienen en común muchas costumbres, además de la de no bañarse.

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    1. Y sobre todo, oler a mofeta. O como una vez, una amiga me dijo, huelen a "sopepo": SObaco, PEzuña y POto, ja ja ja. Un abrazo.

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    2. Sr. Elmo, está insinuando que yo me dejo flirtear por chicos apestosos? Este tenía la facha de hippie pero no olía mal...estaba bien bo-ni-to. Igual ya fue :(

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  5. Si me dice que el hippie te pareció "bo-ni-to" y me juras que no olía mal, yo te creo, ese es el trabajo de las feromonas.

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    1. Bueno no olí rincón por rincón de su cuerpo, a simple vista parecía aseado, estaba afeitado y con las uñas cortas, pero ya me hizo dudar; si el destino nos vuelve a unir, lo oleré mismo can en busca de droga.


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  6. Es lo mismo que ocurre con las chicas ataviadas en ropas ceñidas, escotes pronunciados y faldas cortas que nos abordan en los centros comerciales para ofrecernos tarjetas de crédito… y uno cae redondito distraído en otras redondeces.

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